¡Hola a tod@s!
Este consejo es para tod@s aquellos, que cuando se van a la cama por la noche, les duele la cabeza y piensan: "Estoy agotado, me duele mucho la cabeza, después de trabajar, me he pasado toda la tarde dando gritos a mis hijos, y estoy convencido de que está no es la solución. Yo no soy así, yo no voy gritando a la gente. Me considero una persona amable, cariñosa, pero no se que me pasa, que con mis hijos pierdo las riendas de mi ser, y eso no es sano ni para ellos, ni para mi. Yo no quiero que ellos me recuerden siempre dando gritos, sino que se acuerden de mi como un padre comunicativo, cercano, cariñoso."
¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos nos escuchen?, y ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos nos hablen?.
¿CÓMO HABLAR CON TU HIJO?
Cuando en casa hay demasiados gritos, tengo que pensar cual es la causa, en la gran mayoría de las ocasiones no son los niños, sino que puedo estar demasiado cansado. Nos hemos acostumbrado a resolver su educación a base de gritos, y llegará un momento en que el niño desconecte y no me escuche. Pensar en nosotros mismo, si nuestro jefe o un amigo está siempre gritándonos, llegará el día en que no le escuchemos, pues a los niños les pasa los mismo.
Ha llegado el momento de parar, pensar, y volver a comenzar… Una escena muy corriente en nuestros hogares es oír gritos como: “ ¡Parar ya!, ¡Deja eso ahora mismo!, ¡No toques eso!, ¡Ven aquí ahora mismo!, ¿no me has oído o es que estas sordo?.Tus palabras se las lleva el viento. Lo único que le has comunicado al niño es una cosa: que estás harto, y no puede más.
La comunicación con los niños y con los adultos se consigue principalmente a través del tono de voz y el lenguaje corporal. hay estudios demuestran que la palabra sólo transmite el 7%, aproximadamente, de la información que se comunica. Un 38 % se transmite con la entonación y la modulación de la voz. El 55 % proviene del lenguaje no verbal (en el que no empleamos palabras). Me refiero a las expresiones de la cara, de los gestos y de los movimientos del cuerpo de la persona que nos está trasmitiendo información. El primer paso para mejorar el ambiente en casa es aprender a comunicarnos.
CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA COMUNICACIÓN
- Si estás cansado, nervioso, piensa en él, y respira profundamente, te tranquilizará.
- Acércate al niño. No le grites desde el otro extremo de la habitación o desde la cocina.
- Ponte a su altura, agáchate para poder mantener un contacto directo con los ojos.
- El tono de voz es muy importante, que quede claro lo que le quieres transmitir.
- Exagera los gestos, le ayudará a entenderlo mejor.
- Háblale en forma positiva, en lugar de: “No pongas las manos sucias en el sofá”, dile: “Vamos a lavarnos las manos”. --> Evitar frases "NO"
- No le ofrezcas demasiadas opciones a un niño pequeño.
- No hagas tratos con el niño cuando esté en plena rabieta.
- No amenaces, por ejemplo: “Atrévete a contestarme”.
- Si no has podido estar con él en todo el día, déjale un mensaje en algún lugar visible (un buzón de juguete...) o llámale por teléfono. Que sepa que querrías estar con él.
CONSEJOS
- Aprovecha el momento de la noche, antes de dormirse y háblale a él solito, para que el subconsciente, que actúa cuando está durmiendo, actúe a tu favor.
- Si tu hijo te contesta con un grito, no entres al trapo, una pelea de gritos no hace bien a nadie. Lo dicho, RESPIRA.
- No hables mal de él a otras personas, y jamás mientras pueda oírte, esta actitud no despierta las ganas de ser mejor y destroza la comunicación.
- No reprendas al niño cuando exista una duda considerable sobre quién ha hecho qué a quién. Y nunca lo hagas delante de los amigos, mejor en privado.
- Cuando el niño está asustado, por ejemplo, se le ha roto un vaso, no es el mejor momento para reprenderle (Si tiene 3 o 4 años deberías haberle dado uno de plástico).
- Actúa inmediatamente, los niños pequeños no recuerdan las cosas mucho tiempo. Si hay premiarlo, hazlo, dale un abrazo, ponle una pegatina en la mano.
- No preguntes, afirma: “¡los dientes cariño!” es mejor recordatorio, que una pregunta, que invita al “no quiero”.
- “Mensajes yo”: Si quieres, por ejemplo, que se quite los zapatos es mejor decirle “vamos a quitarnos los zapatos”, ya que aprenden observando, que hablar en segunda persona: ”Quítate los zapatos” .
- Cuando son adolescentes, habla con ellos y pacta. "La teoría del pacto" consiste en hablar y llegar a un acuerdo de actuación entre los padres y el hijo. En dicho pacto de debe indicar tanto el acción como la consecuencia de no cumplirlo. Lo ideal es dejarlos por escrito y firmarlo por ambas partes.
Cómo hablar para que tus hijos te escuchen (1ª parte)
Cómo hablar para que tus hijos te escuchen (2ª parte)
Muchas gracias por leer este consejo, y sobre todo por estar ahí.
Un abrazo,
Mónica
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